Los JonasBrothers son culpables de enloquescan chavas y una que otra grande
De entrada, son los provocadores de que algunas de ellas obliguen a sus papás a desembolsar unos 600 pesos en la reventa por un boleto que estaba en los 450 pesos.
Y de que el Salón Vive Cuervo, en Polanco, luciera lleno la noche del viernes tanto en su parte baja como en la alta.
Es Joe, el jonasbrothersiano de la cabellera alborotada, el primero en tomar el micrófono para cantar “That’s just the way we roll” y con ello ser el iniciador de una serie de gritos femeninos que no dejarán de escucharse en todo el show.
Con ella vendrán los primeros empujones de sus fans, que intentarán por todos los medios acercarse a él.
Los empujones no cesarán sino hasta antes de la quinta canción, “Hello beautiful”, cuando uno de los organizadores sube al escenario para decir que el recital puede suspenderse si continúa el desorden.
Vendrán después las rolas “Don’t take my hearth” y “Games”.
Pero será con “Take on me”, popularizada en los 80 por el grupo A-ha, que Jonas Brothers llegará a las madres y padres que se encuentran cuidando a sus vástagos.